Comentario: De tapas en Plaza Santa Ana. Ubicada en una de las casa donde vivió Cervantes, se fundó en 1827. En su 2ª planta conserva objetos del escritor. Sigue manteniendo la misma barra y adminículos técnicos fundacionales, como: el librillo de zinc, el mostrador de ónix, la saturadora de agua de seltz y el antiguo caño de 5 grifos. Entonces acudían los madrileños a beber un chato de vino con un huevo duro y un trozo de bacalao. Posteriormente, un vermú de grifo y sus tapas tradicionales. Comedor acogedor, lleno de cuadros, adornos taurinos y de época en sus paredes. Toda una casa de comidas legendaria con una gran historia detrás.

Especialidades: En cuanto a tapas se refiere, son bastante solicitadas las las empanadillas de bonito, croquetas de jamón o de calamares en su tinta; boquerones, pimientos de piquillo rellenos de rabo de toro, pisto, caracoles y huevo roto con calamares a la andaluza. Guisos caseros tradicionales: albóndigas de ternera, manitas de cordero, jarrete de cordero con confitado con miel, buenos callos y judías con chorizo y oreja. Además, besugo a la bilbaína, carnes rojas, carrillada de ternera y rabo de vaca, entre otros platos recomendables. Flan casero y buena torrija de postre. De tapas en Plaza Santa Ana.