Comentario: Nueva casa de comidas Retiro. Juanjo López Bedmar, La Tasquita de Enfrente, es el creador de este proyecto, también de la vecina Retasca. Ambas tienen a otro gran cocinero-empresario, José Andrés, como socio financiero de dichos proyectos. Ocupa el local donde estuvo El Cocido de Carmen, antes de que el matrimonio Pedraza se trasladase a su nuevo emplazamiento. Es un local pequeño, acogedor, cálido, con la cocina integrada y “sin humos”. En Madrid hemos pasado muchos años con un cocido muy bueno y varios correctos. Pero afortunadamente en un par de años, ha cambiado el panorama con la irrupción de estos nuevos actores mencionados, que han elevado el nivel de forma determinante. El objetivo es ofrecer un cocido personal, diferente, propio de la factoría La Tasquita de Enfrente: seleccionados proveedores, buenos y variados ingredientes, buena ejecución y pase o vuelcos del servicio más completos y atractivos de comer por el fondo o la forma. Desde su inauguración el cocido ha ido ajustándose a las estaciones del año y tal vez a un bolsillo más asequible. Quizás el precio de algunos productos (anguila, trufa, etc.), sacaban al plato del mercado, aunque este cocido no esté llamado a ocupar la franja media del mercado. De vez en cuando invitan a un reconocido cocinero de otro restaurante, para que un día haga el suyo y puedan disfrutarlo admiradores y aficionados. Hoy hay dos propuestas: con un aperitivo por delante de La Retasca, o sin él. Lo que varía es el precio del aperitivo. Con el tiempo han evolucionado a una casa de comidas, con menú del día y

Especialidades: De entrada una croqueta de compango estupenda. Siempre digo que las sopas de cocido buenas son "las marrones", las que tienden a este color porque han reducido bien en el fuego. Nada de clarividencias que indican poca reducción e ingredientes. Esta quizás es la mejor sopa de cocido de Madrid. De fideos, sabrosa, amplia y profunda, con la complejidad lógica por todo lo que entra en sus cazuelas y sin una gota de grasa. Como te ponen la sopera al medio, repites claro. Porque cuando es buena, no hay sopa que la iguale. Cebolleta y rabanitos junto a la sopera. El vuelco de verduras es abundante, con algunas de ellas poco habituales, como nabo y puerro. Pero sí repollo, zanahoria, patata y unos garbanzos perfectos de punto y sabor, pero ásperos. Este cocido no se merece estos garbanzos. Este pase incluye también una "pelota", que no es relleno castellano ni pelota catalana. Es un estupendo albondigón de buenas carnes de cerdo crudito. A continuación un buen hueso de tuétano aderezado con apio. Para los que gustan de esta refinada delicia para comer con pan tostado. Sin olvidar que luego vienen los tocinos y hay que seguir con el pan tostado como soporte. Rico chorizo, mejor tocino (2) y varias buenas carnes: muslos de pollo, morcillo de ternera, carrilleras de cerdo y morcilla de Burgos. Estos vuelcos se acompañan con buen aceite de oliva virgen y salsa de tomate. De final un helado de violetas correcto, “palomita” y unas pastas perrunillas. Nueva casa de comidas Retiro.