Para no equivocarse en Madrid

Comemos como somos.

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  Comemos como somos. [caption id="attachment_49033" align="aligncenter" width="640"]Migas contemporáneas Migas contemporáneas[/caption] Dos frases, dos grandes pilares del qué y cómo debemos comer, para beneficio de nuestro organismo y lo contrario. “El hombre es lo que come" (Ludwig Feuerbach). "Si se quiere mejorar al pueblo, en vez de discursos contra los pecados denle mejores alimentos. El hombre es lo que come". "Sea el alimento tu medicina, y la medicina tu alimento" (Hipócrates). Lo que se come lo absorbe el organismo, además de nutrir, lo puede debilitar, envejecer las células e influir negativamente en la mente. Lo que ingerimos se incorpora a nuestro cuerpo incluso como material genético. Pero además del somos los que comemos, comemos como somos. Por educación social, cultural y gastronómica. Por gusto, placer, tradición, rito, costumbre, hábito. Por conducta humana, usos alimentarios, estética, diversión, emoción. ¿Qué nos gusta, qué excluimos, qué necesitamos, qué valores y significados posee ese momento de consumo en ese lugar? ¿Con qué medio ambiente nos sentimos identificados para consumir felicidad? Es decir, lo que comemos es capital, pero en la sociedades desarrolladas, el dónde y el porqué, a veces es más importante que el fundamento de lo cocinado. Hasta hace no mucho tiempo, la escasez en el plato llenaba de tristeza España. Comer bien era llenar la andorga, la felicidad en la mesa. No importaba la calidad. Hoy en las sociedades desarrolladas, está olvidado ese primario deseo de comer. La clave está en la variedad y diversidad de las ofertas: sabores, rito, celebración, deseo de descubrir. Pero también la sensualidad de la compañía, el grupo, cómo se bebe, el look & feeling, concepto que va más allá de decoración & ambiente que diríamos en castellano. Estos deseos emocionales referidos al momento de consumo, son el motor del día a día, una parte importantísima de nuestras vidas. Los españoles amamos la parte social de la comida, hacemos que ésta sea una excusa, un motivo para hacer fiesta y celebración un día cualquiera. La felicidad estriba en captar estos momentos y disfrutarlos. La felicidad con mayúsculas es esto, no busquen otra cosa que no existe. Se modifican viejos hábitos y aparecen nuevas pistas variadas y específicas para buscar restaurante por otros caminos que los de siempre. Déjenme que barra solo estas líneas para Los 5 Mejores. Esta guía nació así, porque comemos como somos. www.los5mejores.com está relacionada con la gente y con las actividades relacionadas con el placer social de compartir comida y bebida, y con el rol que deseen jugar ese día o noche cada usuario de ella. Dios nos crea y los individuos afines nos juntamos (¿tribu?), creamos nuestro propio universo y estilo de vida. Nos buscamos en determinados locales para interrelacionarnos, compartir comida y bebida y vivir nuestros mejores momentos del día. Comemos como somos, porque nos gustan diferentes y variadas maneras de consumir. A unos les gusta:

  • Lo “fashion”, buscar los momentos únicos y diferentes. Locales cool & chic. Saben reconocerse entre ellos nada más mirarse y les gusta tomar una copa o comer en locales con clase, elegantes “aspiracionales”, con estilo propio… ese es su camino.
  • Pero también hay otros urbanitas, modernos, prácticos y progresistas, algunos incluso esnobs. Es el universo de los “dinkis” (“double income no kids” / ingresos dobles sin hijos). Parejas sin hijos obsesionadas con cuidar cuerpo, imagen y ocio. Sus clubes, sus locales, son los afterwork glamourosos y cosmopolitas. Ambientes de suntuosidad recargada que van, de la elegancia kitsch, retro y exuberante… a la estética barroca cargada de magia y estridencia, o al minimalismo creativo con look industrial y muebles de época.
  • Y otros que ser gourmet, gourmand, comilón, tripero/a, tripasái refinado o aficionado a la gastronomía en general, significa tener una actitud determinada. Una actitud como la del buen cazador, que no deja de cazar ni sin escopeta: unos callos aquí, unas croquetas allí, un bacalao más allá. Un instinto diseñado para resolver las necesidades cotidianas de comida y bebida por un camino delimitado: el del paladar.
  • Y otros a los que no les gustan los lugares cosmopolitas, ni que el glamour & fashion sea la esencia de su momento de consumo. Prefieren tomar copas y cocina en miniatura con los de “su tribu”, en las tabernas reconocidas con buena comida y mejor bebida. Aquí no les importa el dónde, salvo para ir a la dirección acreditada. Puede ser un “bareto” / bodega con barricas, barra de latón y mármol blanco. Saben que no hay nada a su alcance que produzca tanta felicidad como compartir una copa de buen vino con esos amigos.
  En fin hay muchos más “biotipos” y sobre todo, muchos que son una mezcla de todos ellos, dependiendo del día, la noche y la compañía.  No sirve de nada alargarme en más argumentos, para concluir que el acto de comer está impregnado de una conducta social y personal. El hombre es lo que come, pero también come como es.   Alfredo Franco Jubete.

LA BOCA MARKETING & COMUNICACIÓN, S.L. | EDITOR: Alfredo Franco Jubete

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