Para no equivocarse en Madrid

¿Sabes qué son las súplicas?

EDITORIALES -TENDENCIAS-, LA BOCA MAGAZINE, TAPAS DE LETRAS











Llamar:

No, no se trata de ningún recurso contra una disposición administrativa o judicial. Ni tampoco una súplica religiosa para que algún santo nos conserve la salud, que no estaría nada mal, claro. Ni siquiera un ruego o instancia a las autoridades municipales, para que en Madrid permitan a los barquilleros salir a vender barquillos a la calle, como toda la vida. Es precisamente esta noticia que oí el otro día en la radio, la que me ha llevado a este asunto. Parece que el Ayuntamiento está buscando un camino para devolver a la normalidad la castiza actividad del barquillero desaparecido. Que por cierto, siguen en sus fábricas metidos tratando de venderlos por otros caminos. Pues resulta que así se llamaban en tiempos antiguos a los barquillos. Suplicaciones: barquillo estrecho en forma de canuto. Es decir, una hoja muy fina de masa de harina con azúcar y otros ingredientes, que cocida en un molde se utiliza para hacer barquillos. La RAE también se refiere a canutillo y palillo de suplicaciones. Antiguamente estaban constituidas por varias capas de las mismas pegadas unas a otras, e incluso plegadas sobre sí mismas. Como su acabado final tenía cierto parecido con los legajos de las súplicas legales, acabaron por llamarse así. En la actualidad los canutillos de barquillo están compuestos por una sola hoja de barquillo. Lo curioso, es que en 1575 Las Cortes de Madrid acordaron prohibir la venta ambulante de suplicaciones y barquillos, para que se vendiesen solo en locales comerciales, pero nadie debió hacer caso. Desconozco si esa orden pasó a mejor vida, porque todos de pequeños hemos comprado obleas y barquillos al barquillero. Por cierto, al que vendía barquillos le llamábamos barquillero y al que vendía súplicas, le llamaban ¡suplicacionero! ¡Noemiiii! Noemiii! Que te he dicho cienes y cienes de veces que no arrastres las bragas por el parterre… que luego no sale ni con el arielblancuratotal! Anda niñaaa… llama al suplicacionero… que vengaaa… que ¡quiero unas suplicaaaas!!! Como que no pega, ¿verdad?   Alfredo Franco Jubete.

LA BOCA MARKETING & COMUNICACIÓN, S.L. | EDITOR: Alfredo Franco Jubete

DISEÑO: Ángel Luis Sánchez • angeluisanchez1@gmail.com / Desarrollo: Datacom Soluciones Internet

INICIO ↑