Para no equivocarse en Madrid

¿Ha bebido leche de asna?

LA BOCA MAGAZINE, Secciones, TAPAS DE LETRAS











Llamar:

Pues yo tampoco. En fin, esto me pasa por leer. Pero quién me manda meterme a la cama con estos episodios reales sobre una adorable burrita lactante...
Pues eso, que toda la noche con la burra en la cama y sumido en un sueño imposible... ¡pero por dónde puedoTarta de leche Estoque ordeñar a mi burra! Pordiosss... pordiossss... qué angustia. ¿Será a transistores? ¿Alienígena o más falsa que un asno de madera? Allí no encontraba nada ordeñable. Yo también tuve una burra de pequeño, una historia de amor con una burra, como la de Francisco I. Con ellaaa aprendííí... a no veeer el otrooo ladooo  de la buuurraaaa... Aaaprendííí... a no ver ni siquiera las estrellaaaas. Nunca me caí, ni me tiró, pero era indómita para el resto de los mortales. Nunca permitió que otros/as la montasen... dicho sea sin ninguna intención de deshinrra para la burra... ni que nadie la pusiese el culo encima. Una historia de amor y azúcar, porque la forraba a terrones. Galopaba... bebiéndose los vientos de los páramos de La Vieja Castilla. No es que tuviese mucha alzada la pobre, pero era de carreras para mi edad. Me la compró mi tío, cuando era una burranquina destetada del tamaño de un galgo. La trajeron en el coche, de pie, entre el respaldo delantero y el asiento trasero. Bueno los coches de entonces eran grandes. En fin, pues que nunca he bebido leche de burra y tampoco es cuestión de organizar una “asnoquedada” en Rute para comprobar gastronómicamente, a qué sabe la leche de burranca. Ese pueblo de grandes defensores de este seguro servidor del hombre, que después del caballo, ha sido el más utilizado a lo largo de la humanidad. Además, vete a saber si hay una burrita parida… que esa es otra. La mía no conoció varón alguno. [caption id="attachment_57262" align="alignright" width="250"]Leche frita. Los 5 Mejores Leche frita.[/caption] El caso es que me he encontrado con unos versos que el propio Francisco I de Francia, escribió a su burrita, en agradecimiento por la salud que le procuraba la bondad de su leche. Y claro, este gesto tan gastronómico no he podido saltármelo. Todo me hace pensar que le destetarían con la leche de su querida burra. De hecho es la más parecida a la de mujer. Pero claro, para acordarse de ella y hacerla un verso, la debió estar bebiendo ¡hasta con pelos en las piernas! Aunque para agradecimiento grande, el de Popea, mujer de Nerón, que tenía un séquito de 500 burras. ¿Se imagina ponerse de viaje, con 5 centenares de burras en su comitiva para poderse bañar a diario en tan preciada y saludable crema? Oiga… que yo ni quito ni pongo, ¿eh? Que no tengo mayor interés en agrandar los datos de la historia... que esto es lo leído que decía el importante Juvenal. Pues sepa que su leche es muy buena y muy muy sana. Con unos valores alimentarios únicos, similares en cantidades de azúcar y caseína a la de mujer, y por tanto con parecida digestión. Parece que en la Francia del S. XIX, se vendía por las casas por su buena reputación para combatir varias enfermedades, sobre todo la tuberculosis. Y para actuar contra las afecciones intestinales, por su efecto laxante. También he leído que la carne de asno era la base, al menos de un salchichón de Bolonia, muy deseado y buscado por conocedores. No he comido este salchichón, pero sí carne de burrita joven. Muy parecida a la de potro, es dulce, suave, jugosa, rica. Por cierto, que nos dijeron que era de ternera de leche. El color era muy claro y me parecieron finos “los palos” de las costillas cuando los vi en la parrilla, pero no le dí más importancia. Al finalizar la comida, el organizador dijo: “¿os ha gustado la carne? Pues sí estaba muy buena… pues era burrita joven. Pues tanto gusto. Bueno… y aquí va la perla del rey a su querida burra: Par sa bonté, par sa substance, le lait de mon ânesse a refait ma santé, et je lui dois bien plus, en cette circonstance, qu´aux ânes de la Faculté. Debió estar malo, efectivamente > refait ma santé > ha rehecho mi salud.   Alfredo Franco Jubete

LA BOCA MARKETING & COMUNICACIÓN, S.L. | EDITOR: Alfredo Franco Jubete

DISEÑO: Ángel Luis Sánchez • angeluisanchez1@gmail.com / Desarrollo: Datacom Soluciones Internet

INICIO ↑