Comentario: Restaurantes gallegos Madrid. Manuel Domínguez Limeres abrió el primer restaurante del Grupo en 1973, aunque hoy es su hijo Diego ayuda a su padre en la gestión del negocio. Es decir, es todo un clásico de la ciudad. Los grandes restaurantes gallegos de aristocráticos mariscos y pescados, son de los más tradicionales y con más historia de la capital. Será por el magnetismo que despierta la materia que ofrecen, pero la realidad es esta e incuestionable. Poco tardó en sus inicios en convertirse en un valor sólido. La culpa, el gran marisco con mayúscula, el que uno recuerda media vida, el de los grandes homenajes. Y los pescados excepcionales, sin menospreciar las carnes. Decoración neorústica elegante: arcos y columnas de piedra, madera en paredes y vigas y un gran clima y ambiente. También con una pequeña barra para tapear o comer informalmente, con unos precios más aceptables.

Especialidades: En la barra, además de mariscos del país deliciosos, buen tartare y carpaccio de atún, empanadas y cualquier plato de los enunciados a continuación. Pulpo, mero adobado y por supuesto, las empanadas magníficas: de vieira, zamburiñas, berberechos o bacalao. Vieiras a feira. Lamprea al estilo Arbo. Rodaballo salvaje a la gallega, mero al horno, rape con salsa de erizos, merluza Sanxenxo, bacalao al estilo de la casa. Lacón con grelos, xarrete estofado y en invierno el gran cocido de Lalín (no se olvide llegar con hambre). Y por supuesto, distintos cortes de buena carne gallega. Cañas de Carballino de postre. Bodega con dominio de vinos gallegos, además de importantes vinos del Rhin y Borgoñas. Restaurantes gallegos Madrid.