Comentario: Mejores bravas Madrid. Cuando vuelves a un restaurante o taberna, lo haces porque te gusta reencontrarte con los platos que mejor hacen. Incluso que bordan y se han convertido en un referente de la especialidad en el mercado. Esta taberna tiene algunos de ellos en todas las mesas: los melosos y crujientes torreznos de Fuentidueña a baja temperatura. De los mejores de Madrid. Lo mismo sucede con las originales bravas, unos cremosos buñuelos de patata que repites sin querer y que han ganado algún concurso nacional. El salmón marinado con aderezo de gin-tonic. Pero en esta ocasión, hemos querido comer otros diferentes a los reconocidos de la casa con los que siempre nos guata encontrarnos. José Luis Martínez, cocinero con gran experiencia acumulada a lo largo de toda una vida, consideró que ya había llegado el momento de ser propietario. Creó una taberna contemporánea donde tapear o comer con informalidad y solvencia: cocina de raíz, sencilla, elaborada por un camino actual, sin estridencias ni rupturas, con buen producto y buena mano cocinera. Con el paso del tiempo se ha ido consolidando, ganando en solidez y atractivo en la búsqueda de los sabores de siempre. Barra a la entrada muy apetecible. Dos comedores en el interior: acogedores y cálidos, decorados con manda la informalidad reinante. Es decir, mobiliario y elementos decorativos hijos de varios padres y otras tantas madres actuales. Y el servicio, con las mayores ganas de agradar.

Especialidades: Con medias raciones se divertirá más. Además de lo apuntado más arriba: la bien emplatada y buena ensaladilla escabechada, mejor mezclar los ingredientes antes de comerla. Dos entrantes estupendos con puestas en plato atractivas: milhojas de sardina ahumada con esponja de tomate; salmón marinado en gintonic con mayonesa de lima. Alcachofas confitadas con brandada de bacalao. Ventresca de bacalao en ajo arriero; todos los ingredientes en su sitio, buena integración del conjunto, buen punto de cocción y fina ventresca del bacalao. Secreto ibérico con verduras y arroz crujiente. Otro plato que demuestra la naturalidad y sencillez en la unificación de sus ingredientes en un buen plato. Buenos callos estofados a la madrileña. Tarta de queso y vainilla de la taberna, de las buenas. Torrija cremosa de anís, rica. Carta de vinos interesante, con buena selección de marcas, zonas menos tópicas, vinos singulares e incluso algunos radicales. Mejores bravas Madrid.