Comentario: sitios originales para comer en Madrid. El madrileño es consumidor de cocinas étnicas de todo tipo de procedencias y culturas, lo viene haciendo con placer y regularidad. Si a esto añadimos que, varios cocineros españoles tienen experiencias en cocinas de variados países incluso con restaurante puesto, y que Diverxo ha creado escuela y tendencia, nos encontramos con una creciente oferta de interesantes restaurantes de cocina fusión y callejera (street food en referencia a cocinas del sudeste asiático). El éxito de algunos de estos restaurantes ha sido fulgurante y los clientes hemos tenido que hacer cola para comer sus platos. Éste fue uno de ellos cuando abrió a finales del 2014. Chuka es cocina "japochina", creada por emigrantes chinos en Japón. Y éste es un negocio sencillo puesto por jóvenes cocineros que se independizan. Por tanto, no hay que buscar decoraciones rutilantes ni grandes mobiliarios, sino la humildad de un lugar de comida callejera. Cocina a la entrada, seguida de la barra y contrabarra a la pared. Mesas altas al principio y bajas al final. Madera, hierro e informalidad propia del concepto de negocio. Lo sorprendente está dentro del plato. Aquí se viene a comer diferente: abanico de sabores potentes (dulce, salado, picante-ácido, agri-picante, agridulce), contrates, contrapuntos, rupturismo, frescura. Y lo mejor, una mesa llena de gente, a disfrutar y comerse toda la carta picando de todo. Aquí estuvo el japonés Aki y parece que hasta parte del mobiliario fuera de entonces. Rodrigo García Fonseca y John Husby cocinan a la entrada. Coincidieron en Kitchen Club y el segundo trabajó con David Chang en su reconocido Momofuku de NY, famoso por sus bao buns. Lorena Mauri dirige la sala. Admiten reservas, tienen 2 turnos (no obstante, el gobierno del servicio y reservas es algo desconcertante).

Especialidades: Los buns, bocatas de pan taiwanés cocido al vapor, son para comerse todos ellos: de panceta asada con hoisin y pepino; de pollo frito con lombarda; de langostino tigre con salsas dragón y cilantro; el extraordinario de oreja, y el picante de cangrejo de concha blanda. A las gyozas les sucede otro tanto: la de vaca y kimuchi y la de cerdo con langostinos y salsa XO, ambas se desean con gusto. Los ramen todos estupendos, y son una comida en sí mismos: hiyashi chuka, con fideos fríos sin caldo y salchicha fresca; spicy miso, sopa de marisco y pescados; y el tori paitan cremoso y contundente con ave, panceta y verduras. Muy buena la raya a la soja negra. Espléndido el Lobster roll y mejor si cabe, los mejillones al curry rojo. El picantito dok boki, pastelitos de arroz glutionoso planchado con chipirón y salsa coreana, correcto. También correcto el tonkasu de presa ibérica (rebozada en panko) y mejores los mejillones thai al curry verde. De postre mochi donut con helado, solo correcto. Y cerveza para comer, bueno y cócteles interesantes. sitios originales para comer en Madrid.