Comentarios: Comer con niños Madrid. Casa de labranza del siglo XIX, ubicada a las afueras de Madrid, convertida en restaurante en 1932. Por tanto, estamos ante un restaurante casi centenarios. Su agradable y atractiva decoración rústica, delata su cocina y especialidades castellanas, centradas en: el horno, la caza y las carnes rojas. Terraza veraniega magnífica, idónea para familias, grupos y comer con niños que pueden correr libremente. Entre otras cosas, porque su parque infantil con juegos, entretiene a los niños mientras los papis se toman una copita, en la sobremesa que tanto aburre a los riquines. Es una de las terrazas "obligadas" del buen tiempo. Bueno, y en días invernizos, comer en el comedor interior mirando al calor de la chimenea, es otro momento cálido y agradable para comer en esta casa. Trato profesional y muy cercano. Poseen una carta especial para celíacos, con platos tradicionales sin gluten e incluso con vajilla diferente para evitar errores y cumplir la lógica norma.

Especialidades: Ramón Dios es el heredero de la tradición y cocina familiar a la que ha añadido algún toque renovador. Por cierto y a propósito de Ramón, en alguna ocasión ya le hemos comentado por qué no ponía una taberna con su propio nombre: La Taberna de Dios. Algo así no debe desaprovecharse. Luego habría que ver quiénes son sus clientes. En fin, pues que las croquetas son correctas y con buen punto de cremosidad. Migas con huevos y chorizo, aunque los ortodoxos dicen que las migas son húmedas y de trocitos pequeños, estas son secas y los trozos de pan grandes, pero como todos estos platos populares y tradicionales, hay tantos como personas. Están ricas en su conjunto y es de los pocos sitios que las tienen en Madrid. Huevos con paleta ibérica o con chistorra y patatas. Ricas y bien cocinadas las especialidades castellanas: sopa castellana con huevo y jamón, pollo de granja, judiones de la Granja estofados, perdiz estofada, pollo de corral al ajillo, callos a la madrileña, albóndigas de ternera y secreto ibérico. Buena hamburguesa de wagyu con cebolla frita, gorgonzola y pan de mollete. Y claro, el cordero lechal asado, que siempre ha sido uno de los platos fijos de la casa y sobretodo, su sensacional paletilla. También cochinillo segoviano. Si la carne no es lo suyo, correctos tacos de merluza rebozada y cogote de merluza a la bilbaína. Y por si el rico colesterol fuese su palo preferido, ¡sesitos de cordero rebozados! Torrija de postre. Comer con niños Madrid.