Comentario: Restaurante de moda con glamour. Sandro Silva y Marta Seco lo bordan. Todos los proyectos que han puesto en marcha han sido un éxito admirable. Sandro es un gan creador conceptos de restauración novedosos, de atmósferas cálidas y ambientes únicos donde la gente se queda a tomar la copa después de comer o cenar. Sabe mejor que nadie la cocina que gusta al Barrio de Salamanca. La gente abarrota el local aunque las mesas estén demasiado juntas, el ambiente cargado y atiborrado y tarden en atenderles… no importa, la gente vuelve porque les gusta su ambiente. Quintín recrea un colmado con todo tipo de productos: frutas, verduras, quesos, chacinas, aceites, panes. Sus exposiciones dan gloria verlas y además de adornar y crear un gran clima, deciden a la gente a comprarse sus necesidades inmediatas. Larga y muy atractiva barra con mesas altas y bajas, una tarima con barandilla de hierro y unas mesas bajas. Arriba el comedor se asoma a la barra como un balcón. Madera natural en el techo, ladrillo visto, papel pintado y telas a juego. Como es un lugar fashion, gente guapa, ejecutivos/as, gente del barrio y algunas caras conocidas. Van a tomar un vino o una copa a la barra en el afterwork con los de su “tribu”, almuerzan o cenan y la copa inexcusable de después.

Especialidades: Verdinas con faisán, fabes con centollo y fabada de la casa. Tres legumbres para acertar, que si le añades las patatas con langostinos, son cuatro platos de cuchara estupendos y reconocidos. Se come bien, la cocina es la misma de El Paraguas y Ten con Ten con algunas especialidades diferentes como es obvio. Cocina tradicional contemporánea, sencilla, de producto y temporada, sabrosa, con especialidades asturianas y pequeños chispazos creativos. Croquetas de bacalao negro buenas y cremosas. Rollitos de alcachofa y pato azulón aceptables. También está rico el arroz frito con faisán. Interesante pizza de pitu de calella. Cocochas con huevos de codorniz muy delicadas y sabrosas. Secreto con castañas y lombarda, en su punto y con singular y atractiva guarnición. De postre, torrijas, y chocolate. Buena carta de vinos, se bebe mucho champagne, y precios de las bebidas acorde con el local, ubicación y su nivel. Restaurante de moda con glamour.