Comentario: Restaurante para plan de chicas. Café de 1927, con nombre de pintor y frente a un gran museo, que como muchos de los cuadros que tiene cerca, va a disfrutar de una segunda vida mucho más interesante que la primera. Sus promotoras, Eliza Arcaya, más cocinera que diseñadora y Johanna Müller, también venezolana. Ambas socias de un catering que se ha movido bien en eventos sociales y de imagen y les ha servido de palanca para conseguir una clientela conocida y famosa. El chef con experiencia española, también es venezolano como Boris Izaguirre, que ha puesto la guinda creativa a los nombre de los platos del menú. Brunch dominical. Muy acertada rehabilitación y buen ambiente: gente guapa, caras conocidas del mundo de la moda, actrices, periodistas de la TV y ejecutivos/as en la barra. Es uno de los lugares oficiales del "beautifull", para ver y ser visto. Muchas más mujeres que hombres en nuestras 2 visitas. ¿Existe una cocina de mujeres para mujeres? En la cocina tradicional, claramente no. ¿Y en la de tendencia? También tienen una terraza callejera y sencilla, pero como está en la zona del Museo del Prado, el entorno es amable y agradable en las noches de verano. Magnífico y amable servicio.

Especialidades: Casa de comidas contemporánea con cocina mediterránea, sencilla y atractivas puestas en plato. En la barra chacinas ibéricas, tabla de quesos, tortilla de patata, 3 mini hamburguesas, buenas croquetas "líquidas" de espinacas, jamón o morcilla. No hay medias raciones en la barra, el único pincho que se puede tomar, el de tortilla. En el ruidoso comedor: ensalada Cesar de pollo. Crujientes de gambas; burratina con tartar de tomate raf; correctas las pizzas con nombre de grandes mujeres, estupenda la polvorosa de pollo (pastel venezolano) y sobresaliente el "secreto ibérico a voces". También ricas hamburguesas. De postre, tiramisú y pastel de frutas, fondant de chocolate. Carta de vinos inexistente (2), aunque en la barra tienen media docena. Restaurante para plan de chicas.